El polen es un producto derivado de las abejas que también es posible de comercialización. España lleva varios años liderizando el mercado de polen. Esto tanto en venta como al comprar polen y material para su cosecha.

El polen, al igual que la miel, es un producto natural. No por nada ha ganado reputación por ser considerado un súper alimento. Aporta muchos nutrientes al organismo y permite suplir ciertas necesidades energética de manera sencilla.

La creciente demanda de este producto se debe al creciente interés de los consumidores por mejorar sus hábitos alimenticios. En esto, el polen se considera un producto líder y es por ello que su comercialización va en creciente aumento.

Pero, cómo podemos manejar el producto desde la compra directa al apicultor hasta nuestra empresa de y de ahí al consumidor. Eso es lo que exploraremos en este escrito.

Manejo del producto: comprar polen y conservación del mismo

Todo empieza por la colmena. El manejo del polen pasa por la recolección del mismo. Este en buenas cantidades por parte de las abejas para luego poder hacer una buena recolección.

El uso de trampas especiales para que las abejas entren y salgan por ella. Esto permite que ahí se quede atrapado el valioso recurso. El polen debe recogerse diariamente. Mientras menos contacto con la humedad y otros factores ambientales, mucho mejor para su conservación.

Una vez que se “coseche” el polen, este puede ser transportado en cubos plásticos. De ahí a la zona donde se almacenará para su venta. La recomendación para comprar polen de buena calidad es que el apicultor garantice una cosecha limpia. Todo con buenas condiciones de la colmena y de los propios envases donde se conservará el polen.

Como conservar el polen una vez cosechado

Hay dos formas de conservar el polen, seco y congelado. Veamos ambas y revisemos las ventajas y desventajas de cada una.

Comprar polen y conservarlo congelado: se usa esta técnica para conservar el polen en capas finas. Esto una vez cosechado y cuando ya viene algo seco. Su mayor ventaja es que permite hacer una limpieza posterior. Su mayor desventaja es que no contamos ya con un producto tan fresco como al inicio.

Comprar polen y conservarlo seco: esta es otra opción de conservación. Se realiza un proceso de secado pasando el producto por aire a unos 40º. Esto busca bajar la humedad que esté atrapado en este.

Almacenamiento y envasado

Tanto el productor como al comprar polen para tu emprendimiento, el almacenamiento y envasado es un paso crucial para la comercialización.

Debemos hacer un envasado rápido para no dejar que elementos externos, como los gorgojos, polillas u otros, lo deterioren. Las empresas hacen uso del gas carbónico que permite crear un ambiente donde no proliferan de hongos ni otras alimañas.

El polen puede conservarse hasta 1 año almacenado en seco y congelado. En los casos que se haga conservación al vacío este puede lograr durar hasta dos años.

La comercialización del polen

Finalmente, los apicultores y emprendedores pueden hacer su comercialización y así obtener de este producto todos los beneficios económicos que puede dar. Al mayor se comercializa en envases de gran volumen. Al minoreo, en envases de vidrio que conservan más fresco el producto.

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